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martes, 26 de abril de 2016

Seguir en mis treces

Sigo en mis treces sin pizca de mala suerte, en el trozo de arena en el que dibujé un corazón con los dedos, donde la lluvia no se atreve a llover, en mi paro cardiaco instantáneo, en mi muerte súbita y resurrección, amanecer y atardecer constantes.
Tengo un árbol junto a mi casa que a veces la frutos, y otras se marchita.
Tengo un nido de pájaros en mis entrañas que no piensan en otra cosa que alimentar a sus hijos.
Tengo cientos de golondrinas allí, que solo buscan el norte, y no lo encuentran, y quieren emigrar a las zonas cálidas, pero solo encuentran en verano en mis labios cuando me besas.
Tengo descuidos, heridas en sal y luces de neón, tormentas y relámpagos. Y un mar en calma.
Tengo miles de monstruos que solo se mueren cuando me tocas.
Tengo los versos que quiero decirte, pero ninguno de ellos rima.
Tengo un mar en el que puedes naufragar, una manada de lobos que solo aúlla cuando te vas, un largo camino por delante y tengo la esperanza de que jamás desaparezcan.

domingo, 17 de abril de 2016

Tres pastillas para no ver

Deja de escuchar mierda y concéntrate en tu música de los años 70 en la que todo está escrito en verso, en la que solo tú sabes porque te gusta porque entiendes. Música que no almacena recuerdos porque es tuya y de nadie más.
Las cosas importantes no se cuentan a nadie.
Tranquila que sé que este mundo te agobia, que los edificios son cuadrados y te asustan, que más allá de estas ciudades de papel solo hay un horizonte que ves sin esfuerzo. Que lo digo en serio y solo nosotras lo sabemos. Este mundo no está hecho para ti, no para tu corazón de arena, no para tus huesos de astillas. No donde todo se infravalora, donde todo está lleno de insensibilidad, donde todo se pudre al cabo de un tiempo.
Sé que piensas que esta ciudad de papel desgatada, se ha cargado las formas inexactas, las mezclas de colores y tu desmesurada forma de expresar los días en los que quieres que el sol se mueva más despacio. También se ha cargado las noches en las que la luna está en tu fase lunar favorita, ya no tienes tiempo de mirarla y sentirte como ella, incompleta para los ojos de los que te miran de lejos, pero entera para ti misma, y para el sol.
He pintado un cuadro con tu cara hace dos años, sé que te da miedo cambiar por eso sigues llevando el mismo peinado, pero no te pega nada. Deja de atarte a cuerdas rotas que al final siempre te caes, y te abres las rodillas, y gritas ¡Qué tonta soy! pero lo sabías desde el principio.
Deja de buscar caminos por los que andar que tu ya tienes el tuyo, y gana de una vez esa lucha constante contigo misma que la respuesta es sí.
No creas que permitiré que sea no.
Que las líneas rectas te agobian, solo estoy yo para torcerlas. No tienes que compartir tu manual con todo el mundo, si lo cuentas, ya no merecerá la pena.
Nadie más necesita tener tu odio a los horarios, a la planificación.
Estamos juntas en esto, solo yo sé que eres una mezcla de flechas hacia cientos de direcciones equivocadas, un lio.

lunes, 11 de abril de 2016

Espinitas

Tengo una espinita en la mano, de vez en cuando me la clavo en el corazón, y me duele. Vaya si duele. Y sangra, vaya si sangra.
Cura mi herida infectada que yo sola no puedo, que se me va de las manos y me encierro en mi habitación anti-pánico que tiene mas malos ratos que vidas. Dame una ducha, limpia, sin trampas. Dame un tiempo, dos o tres eternidades, juntos.
Decórame con pegatinas de colores, pero solo mías, no quiero los restos de nadie más.
Hazme papel y mánchame de té, de café, de témperas de colores y de plastidecor. Nunca de huesos rotos.
No cuentes mis secretos.
No te creas que lo sabe alguien más.
No cuentes que me curas, nadie mas necesita saberlo.
Conviérteme en tu reloj de mano que no necesita cuerda, pero aun así dame cuerda todos los días porque te apetezca mover la muñeca.
Dibújame las estrellas en el ombligo hasta la madrugada de dentro de dos días y cuando las hayas contado todas, crea nuevas constelaciones.
Ponme nerviosa y dame pastillas para dormir.
Y cuando por fin me quede dormida, bésame la frente, y quítame la espinita de la mano.