.

.

miércoles, 30 de julio de 2014

El tiempo

Nos damos cuenta de lo triste que hemos estado cuando estamos felices, o un poquito menos triste, y viceversa.
Hace dos años estuve muy feliz, y andaba quejándome todo el tiempo de mi situación sentimental, al año siguiente estuve triste porque el año anterior le hacia competencia y todos los años presionaron sobre mi cabeza, hasta querer explotarla.
Si me preguntan por este año, estoy inundada en lo que podría ser una gran ansiedad por saber y ansias por conocer. No pensaré en el año que viene, ni ahora ni nunca, porque el futuro es tan solo una creación de nuestras mentes que podrá o no existir, un próximo ahora que se aproxima poco a poco, pero en mi opinión no importa el tiempo que tarde, ahora no importa. Si vienes dentro de ocho horas, o tres días, es lo mismo (más o menos) Si no estás, no estas, el tiempo es tan solo una escusa para aliviar el dolor de la ausencia. Cuando echas en falta y el tiempo no te susurra cuando dejarás de hacerlo entonces si es jodido, y no existe ninguna forma verbal que pueda aliviarlo, o apagarlo por completo.
Para mi que vivimos en un futuro constante, en un futuro que nos llega segundo tras segundo como en una cinta de vídeo. Pero que más da, seguiremos muriendo y naciendo, amando, pintando y destruyendo.
Podemos creer en el karma, pero algún día moriremos sin cobrar nuestra última deuda, o sin cobrarnos ninguna. No podemos saber lo que nos espera, pero podemos esperarlo.
Todo esto viene a que te echo de menos, y da igual que pueda verte en días o en horas, porque la falta la estoy cobrando ahora y ningún reloj me alivia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario