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lunes, 25 de enero de 2016

Esto no es

No quiero que me quiten mi apéndice, porque es mío. Tal vez lo vomite. Cuando arañe tanto que destruya todos mis órganos, pero cuando eso ocurra ya estaré muerta.
Y así quiero estar cuando ocurra, porque no quiero verlo y mucho menos sentirlo.
Como me abren en canal para sacarlo, como escupo toda mi sangre y mi corazón antes de escupirlo a él.
Tengo tanto miedo, que me he cubierto de pistolas.
Sin cargar.
Me da igual que se me hallan roto los espejos, y sea transparente, porque por fin se van a dar cuenta de que no merece la pena hacerme una transfusión de sangre.
Porque nadie es capaz de salvarme de esta muerte precoz, excepto tu causante.
Tal vez deba volver a ponerme las cosas que no son mías, a ver si así me confunden con alguien.

lunes, 18 de enero de 2016

A medio vuelo.

Que tu y yo nos hemos encontrado en medio de un camino sin hacer, como un náufrago en un bote a la deriva que se encuentra con un trasatlántico, nos hemos encontrado como se encuentran los anillos entre los cojines de los sofás, como una señal de humo, o una llamada de S.O.S.
Yo, que estaba envuelta en señales de peligro, pintada de rojo reflectante, y aun así me las has quitado todas, dejando al descubierto una piel de porcelana frágil que se hace pedazos con el viento.
Yo, que guardaba mi corazón en una jaula para pájaros, y lo único que experimentó de volar fue cuando la jaula se calló del mueble de salón y tú, que la has abierto creando una llave que no sabía que existía y lo has lanzado a un acantilado, sabiendo que no va a caer al vacío, pero por si acaso, lo has atado a un salvavidas, que no solo salva, sino que enseña a volar.
Que he estado toda mi vida despeinada y ahora llevo lazos en el pelo.
Me he atado al frío descomunal solo para que tú me abrigues.
Espero que entiendas, que llevo mas dentro de los bolsillos, que colgado en el cuello, porque me parece de mala educación llevar la receta de un veneno a la vista de todos.
Que grito que no puedo más, pero es por la presión de las enredaderas saliendo de mi estómago, que se ha creado en mí una selva que arde, que se esconde detrás de mis órganos vitales y se ata a ellos, así nunca podrán estar separados.
Mi vida,
De ti.