.

.

lunes, 25 de enero de 2016

Esto no es

No quiero que me quiten mi apéndice, porque es mío. Tal vez lo vomite. Cuando arañe tanto que destruya todos mis órganos, pero cuando eso ocurra ya estaré muerta.
Y así quiero estar cuando ocurra, porque no quiero verlo y mucho menos sentirlo.
Como me abren en canal para sacarlo, como escupo toda mi sangre y mi corazón antes de escupirlo a él.
Tengo tanto miedo, que me he cubierto de pistolas.
Sin cargar.
Me da igual que se me hallan roto los espejos, y sea transparente, porque por fin se van a dar cuenta de que no merece la pena hacerme una transfusión de sangre.
Porque nadie es capaz de salvarme de esta muerte precoz, excepto tu causante.
Tal vez deba volver a ponerme las cosas que no son mías, a ver si así me confunden con alguien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario