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lunes, 11 de abril de 2016

Espinitas

Tengo una espinita en la mano, de vez en cuando me la clavo en el corazón, y me duele. Vaya si duele. Y sangra, vaya si sangra.
Cura mi herida infectada que yo sola no puedo, que se me va de las manos y me encierro en mi habitación anti-pánico que tiene mas malos ratos que vidas. Dame una ducha, limpia, sin trampas. Dame un tiempo, dos o tres eternidades, juntos.
Decórame con pegatinas de colores, pero solo mías, no quiero los restos de nadie más.
Hazme papel y mánchame de té, de café, de témperas de colores y de plastidecor. Nunca de huesos rotos.
No cuentes mis secretos.
No te creas que lo sabe alguien más.
No cuentes que me curas, nadie mas necesita saberlo.
Conviérteme en tu reloj de mano que no necesita cuerda, pero aun así dame cuerda todos los días porque te apetezca mover la muñeca.
Dibújame las estrellas en el ombligo hasta la madrugada de dentro de dos días y cuando las hayas contado todas, crea nuevas constelaciones.
Ponme nerviosa y dame pastillas para dormir.
Y cuando por fin me quede dormida, bésame la frente, y quítame la espinita de la mano.

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