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miércoles, 23 de abril de 2014

Alma insonora


El secreto de las almas se descubren en los momentos claves, los momentos que destacan del resto por su dolor o felicidad.
Mi alma, es transparente, tan incolora que no pide atención, y tan insonora que no la tiene. Es triste saberlo, siempre pensé que estaba llena de flores, que de mi mente broraban tallos de caricias, pues mis pies siempre se han muerto por tocar el mar como si fueran peces ahogandose cada vez que llegaba el verano. Creía que eso me hacía especial. En el fondo lo sigo creyendo, pero es irónico saber a la vez que otros ojos te ven como misero polvo en una gran ventisca.
No me importa, sigo viviendo entre mariposas.
No me importa, mi madre sigue creyendo que tengo en Don de la palabra.
No me importa, las personas a las que necesito me siguen viendo como una noche fresca de verano (que es lo que más me gusta en el mundo)
Pero esos ojos... esos ojos vacíos, ven mi corazón entre tinieblas, entre espinas y ácidos.
No estoy segura de donde se encuentra mi corazón, yo tengo una perspectiva, que tal vez sea cierta o no, porque la mayoría de personas que pasan por mi vida se lo imaginan en alguna situación. Los más afortunados en cuanto a autoestima se lo imaginan en sus manos, algunos en el fondo de una bañera hasta arriba de Ginebra, o enterrado bajo tierra donde nadie puede alcanzarlo. Yo lo siento en mi pecho, bajo mis costillas, bombeando sangre y algunas veces en mejor estado que otras.

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