.

.

jueves, 22 de mayo de 2014

Hay venas

Me están saliendo muelas en el corazón y siento la sangre brotar tan fuerte como si fueran raíces. No son raíces porque no hay flores. Mis pensamientos desembocan siempre en lo mismo, en él mismo, me da igual, siempre me ha gustado el mar. Los vientos son siempre los mismos, pero ahora saben a azúcar, tan dulce y suave, como unos labios finos rodeados de una fuerte mandíbula o unas cejas perfectamente expresivas.
Ahora la brisa es tranquila. Estas tranquilo, y duermes bajo la tortura de no saber a donde van a parar los tiros.
Yo vivo desesperada porque los dedos de los pies no se entrelazan, y si no lo hacen no le encuentro ningún sentido.
Sé que en el fondo eso también te importa, yo tampoco lo digo.
Los huesos se me salen de los ojos, y creo que me está creciendo otro pulmón, pero no me siento mal. Estoy tan sólo sintiendo impactos de mariposas lanzadas con una pistola.
Disimulas y te escondes, pero yo sé lo que sé, o lo que quiero saber.
Ojalá me salgan letras de las orejas durante mucho tiempo.

1 comentario: