.

.

sábado, 10 de mayo de 2014

Siete días sin latir, partir, y sin vivir.

Las frases tristes de una noche de verano se crean dos meses antes, como un embarazo.
Mi cuerpo está cansado y me refugio en cualquier cosa que me mate.
Mi boca no pide nada, y como no pide, no tiene.
Veo los corazones flotando por el aire, besándose entre ellos, locos por comerse. Maldita sea, que mi corazón se asusta tan sólo porque alguien le invite a salir. Se muere de miedo todas esas noches en las que bombea demasiado.
Ahora nada duele, pero la verdad es que duele todo.
Creo que soy demasiado cociente, me gustaría no darme cuenta de que llegas, de que hablas y de que me miras. De que se me paran los sentidos, de que escucho explosiones en disneylandia y gritos bajo el mar.
7 días cansada de estar cansada, soñando sin estar dormida, pero tampoco despierta. Temiendo cada latido y cada pulso.
7 días con los dedos temblorosos sin poder escribir, replanteandome si merece la pena hacer algo que te gusta pero que no eres la mejor en ello.
7 días con el impulso de decirles a todo el mundo que me molesta lo que hacen, que me molesta que se quejen de cosas maravillosas.
7 días en los que no he hecho nada, en los que he estado callada, en los que podría haber cambiado el mundo, y esto sigue igual.
Ahora sé, que estoy creando las frases tristes del próximo verano, y es la peor parte.

2 comentarios:

  1. Tu blog impacta, tiene potencia, eso me gusta.
    Un abrazo.
    HD

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, la verdad es que si no escucho (leo, en este caso) que a alguien le gusta lo que escribo, me siento insuficiente. Así que gracias por hacerme sentir "suficiente".

    ResponderEliminar